La Sostenibilidad es un modelo de progreso humano que sea capaz de satisfacer todas las necesidades de las personas, de mejorar su bienestar y calidad de vida, pero sin poner en peligro las necesidades de las generaciones futuras.
Con ello, una empresa sostenible es aquella que crea valor económico, medioambiental y social a corto y largo plazo, contribuyendo de esa forma al aumento del bienestar y al auténtico progreso de las generaciones presentes y futuras, tanto en su entorno inmediato como en la sociedad en general.
Las empresas juegan un papel esencial en la transición hacia el desarrollo sostenible, para lo cual deben comenzar a ser ambiental y socialmente responsables.
Una empresa socialmente responsable es la que integra en su gestión las preocupaciones y los intereses de sus grupos de interés, garantizando la confianza entre sus clientes y accionistas, incentivando el compromiso de los empleados con la organización y mejorando las relaciones con la Administración y la comunidad en la que desarrolla sus operaciones.
La responsabilidad derivada de la actividad empresarial es primordialmente económica y comprende, desde luego, el cumplimiento de las obligaciones legales. Pero también requiere gestionar aspectos que las leyes no pueden determinar en todos sus detalles y todas sus implicaciones: aspectos como las condiciones que permiten el desarrollo personal en el trabajo, el respeto a los consumidores como clientes y como ciudadanos con derechos, la conciliación de trabajo y vida personal, el trato imparcial a las personas en el medio laboral y profesional, el impacto de la actividad industrial en el entorno social y natural, las expectativas ciudadanas sobre la contribución de las empresas a los objetivos sociales (en temas como seguridad, salud, educación, integración, etc.), la I+D+i, la reputación corporativa, la transparencia informativa, la promoción y mantenimiento de la confianza de los inversores.
Tras más de 50 años de trayectoria, ATOX Sistemas de Almacenaje ha dado un nuevo giro a su gestión para incorporar varios factores que hoy en día se han convertido en estratégicos, como son el ahorro, la eficiencia energética y la responsabilidad social.
Con ese objetivo, ATOX camina hacia la excelencia empresarial, contemplando componentes sociales que le permitan incrementar la competitividad y unir su imagen a la innovación y a la diferenciación.
ATOX cumple con los requisitos legales establecidos en materia de prevención de riesgos laborales, legislación laboral, de protección de datos, legislación de Industria, legislación ambiental y legislación sectorial.
Asimismo, la organización cumple la obligatoriedad del 2% de la plantilla con minusvalía establecido por la Ley LISMI (Ley 13/1982 de 7 de Abril, de Integración Social de los Minusválidos), además de contratar la prestación de servicios con centros especiales de empleo.
ATOX ha puesto en marcha una serie de acciones orientadas a reforzar su compromiso con la responsabilidad social como la elaboración de un código ético en el que se refleja la vinculación con sus grupos de interés, la potenciación de las medidas de flexibilidad laboral y su adhesión a la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas.
Comprometida con la calidad, la sociedad y el medio ambiente, el sistema de gestión de ATOX está certificado según normas ISO. Asimismo, colabora con la profesionalización del sector promoviendo la elaboración, difusión y cumplimiento de normativa específica de seguridad.